Díptico escultórico 

Metacrilato, Latón, Aluminio, Sonido

85x43cm

2019

Vivimos en un mundo capitalista, que propuso “la globalización” como solución a los conflictos de la humanidad, una solución que pretendía abrir fronteras, pero lo que ha conseguido realmente fue levantar muros y vallas. Una cultura de fronteras que forma parte de nuestro desarrollo tal y como nos lo explica Reviel Netz en su libro «Alambre de Púas. Una ecología de la modernidad».

Descripción:

Siguiendo la misma línea de trabajo sobre las fronteras, en esta propuesta se incorpora la problemática de la inmigración manteniendo el mismo juego de obras visualmente atractivas que esconden un mensaje político complejo.

Invaders es un díptico formado por dos piezas complementarias. La primera  es una escultura de metacrilato que recrea visualmente una escena de persecución espacial inspirada en “Space Invaders”. La segunda se trata de un diseño de una valla o barrera “anti invasores” de aluminio y latón, diseñada a partir de la repetición de la figura geométrica del “invasor”, que lleva incorporado un sistema de sonido que le permite transmitir en forma de vibración sonora cualquier interacción con la misma.

Estas dos piezas recortadas y grabadas con cortadora laser han sido diseñadas digitalmente a partir de un mosaico geométrico que he creado. La complejidad de los temas tratados en estas piezas, y en otras anteriores, se traduce visualmente con la complejidad de los mosaicos geométricos utilizados.

Concepto:

Invaders I representa de cierta manera la visión de los medios de comunicación del problema de la inmigración simplificándolo como si fuese un juego en una pantalla. En el punto de mira siempre está el invasor y debajo esta todo el mecanismo de “defensa” creado para “protegerse”. Todo esta sacado de una trama geométrica aparentemente compleja y poco visible que representa la complejidad que hay detrás de lo que vemos, o lo que nos muestran.

Invaders II representa una barrera construida a partir de la figura del invasor y cuyas extremidades puntiagudas funcionan como alambre púas. El sistema sonoro incorporado permite escuchar y dar voz a cualquiera que intente tocarla; una puerta con timbre. Se trata de un intento de cambiar irónicamente las vallas convencionales por estas vallas sonoras como solución a una de las problemáticas actuales más complejas de la que el mediterráneo es testigo.